Hoy, último miércoles del mes de enero, es el día internacional de la Publicidad. Una profesión que existe desde que el mundo es mundo. Hace miles y miles de años, cuando existían los trueques como “moneda” de cambio, una persona tenía que vender sus ovejas por un buen trozo de tierra y así agrandar la familia, el ganado y por tanto sus riquezas… ¿cómo crees que se vendía el pastor a sí mismo? Con un conjunto de herramientas comunicativas (labia, presencia, idioma…) que algunos más y otros menos, sacaban para ofrecer lo mejor de uno mismo (marca).
Concretamente la publicidad tal y como la conocemos, nace a finales de siglo XIX, a partir de la necesidad de dirigirse hacia una cantidad de individuos mayor, a raíz de originarse la Revolución Industrial.
Por tanto, podemos decir que la manera comunicativa de vender un producto o servicio ha sido lo que nos ha acompañado toda la vida. La publicidad (según nuestro amigo Google) es una técnica de comunicación comercial que intenta fomentar el consumo de un producto o servicio a través de los medios de comunicación. Lo considera de gran importancia a día de hoy porque es la manera en que las empresas se comunican con sus clientes.
Así que lo que se pregunta la mayoría de la población ¿Es la publicidad una profesión “vende humos”? En absoluto. Saber difundir valores, visión y objetivos de una marca o empresa en nuestro día a día. De eso tratan nuestros proyectos. De entender al cliente como si estuviéramos en su propia piel y transmitir al cliente potencial lo que nos caracteriza de una forma creativa y divertida (¿por qué no?).
Hay que saber cómo mejorar la imagen de un cliente y reposicionar su producto o servicio en la mente del consumidor de manera coherente. Una vez lo logras, es de lo ¡más satisfactorio!
Pero, ahora bien, ¿por qué es tan importante la publicidad? O más bien, ¿por qué se ha ido haciendo hueco como profesión que abastece a absolutamente todos los sectores? Sencillamente, porque cualquier marca, empresa, cooperativa, asociación, institución… ¡Quiere hacerse conocer! En La Saleta tenemos claro que cliente que quiera pasar y sentarse en nuestro sillón, cliente que ha de saber que lo primero es conocernos. Menos no.
Las buenas migas, estrategias y caminos surgen de una conexión mutua inigualable. (Ahí está el secreto del éxito).
Para finalizar, queremos enseñaros una cosa muy top. ¿Sabías cuál fue la primera publicidad del mundo? El papiro Shem, considerado el anuncio publicitario más antiguo. En el anuncio se comunicaba cómo querían que se les devolviera algo a la tienda de Hapu, un tejedor, a cambio de oro. La curiosidad es que aprovecharon el comunicado para publicitar la tienda “La tienda de Hapu, el tejedor, donde se tejen las más bellas telas al gusto de cada uno”.
Nosotras le hemos querido dar una vuelta: así sería la primera publicidad si se hubiera creado en pleno siglo 21.
Sentimos nuestra intensidad por querer explicar qué es para nosotras la Publicidad… No volverá a pasar (bueno no juramos nada).
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